No hay cáncer ni distancia que la venzan… ¡Grande Doña Ana Cristina!

Miércoles 15 Agosto, 2018

Por Alexánder Loría Ortega

Llegar a la meta significa misión cumplida, es la recompensa al esfuerzo, a la perseverancia, al trabajo de la mente de que ¡sí se puede… sí se puede!

Para Doña Ana Cristina Herrera Retana llegar a la meta tiene dos grandes significados: uno de supervivencia y otro deportivo. El primero tiene que ver con vida, con levantarse todas las mañanas de la cama y respirar; el segundo va de la mano con este lindo deporte del atletismo.

Y es que esta vecina de Hatillo hace nueve años y medio le detectaron un cáncer de mama que le cambió por completo su mundo, su diario vivir, su entorno. Y aunque para muchos una enfermedad se relaciona con muerte para Ana fue todo lo contrario: Dios le dio una segunda oportunidad y se dio cuenta de que podía hacer muchas cosas que de joven no le pasaba por la mente.

“Cuando a vos te mencionan la palabra cáncer lo primero que se tiene viene a la mente es que te vas a morir, en mi caso lo que pensé fue en mis hijos, en cómo afrontarlo, lloré mucho, tuve una negación de días, pero lo puse todo en manos de Dios. Ahora yo le digo a la gente que no vivo sino que soy sobreviviente”, apuntó Doña Cristina.

A sus 50 años Herrera Retana corre media maratón junto a la gran masa de atletas que cada fin de semana llena las calles del país. Su pasión por el asfalto nació hace apenas cinco años cuando se recuperó de la quimioterapia y venció al cáncer.

“Yo lo que hacía era caminar, hacer zumba, cositas así, pero luego de recuperarme yo veía en la pista del BN Arena que había gente trotando entonces me decidí a hacerlo. Con el tiempo empecé a mejorar, la misma gente que te topas en las mañanas te da consejos y luego me entró la fiebre por hacer una carrera, recuerdo que fue de 5 kilómetros y hasta de mojada. Nunca pensé que después de una enfermedad iba a encontrar de que tenía cualidades para correr porque después fui subiendo en kilómetros y hoy ya hago los 21 k”, relató Herrera.

Acotó que llegar a cada una de las metas tras cada carrera la llena de felicidad porque mejora sus tiempos y piensa en todos aquellos momentos que pasó por el cáncer. El atletismo le ayudó a mejorar su calidad de vida.

“Uno la verdad que a veces se limita, yo antes para nada me veía corriendo estando sana. Ahora yo doy testimonio, estoy en un grupo de apoyo y ayudo a otras personas con este tipo de enfermedades para que sigan adelante y hagan deporte”.

Corrió la Media

Herrera corrió en 2017 la primera edición de la Maratón de San José en la distancia de los 21 k, en 2018 no pudo debido a una fractura de tobillo, pero espera para 2019 estar recuperada para volver al asfalto.

“Una linda experiencia haber corrido Maratón de San José, buena ruta, buena hidratación, recuerdo lo motivante que fue observar a la gente aplaudir cuando llegamos a la meta. No es fácil correr media maratón porque hay tramos donde las piernas no responden. Son clave el kilómetro 13 y el 18 donde ya la mente juega un papel fundamental”, dijo esta atleta josefina.

Mamá orgullosa

Doña Ana Cristina tiene dos hijos, de 24 y 26 años, una pareja, hecha y derecha, son también su razón de vivir.

“Uno siempre los ve como los chiquillos de la casa, y a pesar de que están grandes uno siempre pasa diciéndoles cositas, ‘lleve suéter, lleve paraguas’, nos seguimos preocupando por ellos, aunque sabemos que debemos irlos soltando”, afirmó.

Aportó que ser madre es una bendición y le da gracias a Dios por sus dos hijos.

“Cuando tienes el primero te hace para todo lado, ya con el segundo sabes qué hacer porque aprendiste de errores que cometiste con el primero. Es un aprendizaje diario, es un don de Dios”, finalizó.

Herrera fue secretaria, pero debió dejar su trabajo por un linfedema en el brazo, es decir “agua en el brazo” que no le permite digitar. Esto como consecuencia de la “quimio”.

Con su testimonio, no hay cáncer ni distancia que la venzan… ¡Grande Doña Ana Cristina”.

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